lunes, 27 de mayo de 2013

Calle de Donceles y Justo Sierra



La calle de Donceles que anteriormente se llamaba de los cordobanes, debido a que así se les llamaba a los curtidores de piel; estos artesanos tenían sus locales en esta calle lo que le daba su nombre a la misma. Posteriormente fueron cambiados a otra calle.

El nombre de Donceles se le dio a la calle porque se avecindaron en ella algunos jóvenes nobles provenientes de España. Por ende la calle tomó el nombre que hacía referencia la juventud y alcurnia de sus habitantes.


La calle también se llamó Calle de Chavarría por Don Juan de Chavarría y Valero quien obtuvo fama durante el incendio de la Iglesia de San Agustín. Dicho suceso ocurrió cuando se celebraba el aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe. El incendio empezó y se expandió por todo el templo, Don Juan Chavarría arriesgando su vida, entró al templo y sacó la custodia con el santísimo que se había quedado en el altar, misma que entregó al Arzobispo Don Fr. Payo Enríquez de Rivera.  Don Juan de Chavarría vivió en el número 55 de la calle de Donceles. Su casa se distingue porque en la cornisa se colocó un nicho de piedra en alto relieve con el brazo sosteniendo la custodia como referencia a su acto heroico.

Otro dato importante es que en Donceles No. 94 estuvo la casa de Joaquín Dongo quien fue asesinado junto con su familia y sirvientes por tres hombres el día 23 de octubre de 1789. La casa tiene un placa donde dice: “En esta casa fue asesinado don Joaquín Dongo -1789-“.

Los asesinos fueron Baltasar Dávila Quintero de las Islas Canarias, Felipe Aldama Bustamante de la provincia de Alava y Joaquín Antonio Blanco originario de la Villa de Segura.

El día del asesinato cuando Don Joaquín Dongo regresaba a su casa a eso de las ocho y media de la noche, los asesinos fingieron la voz de la ronda y consiguieron que el portero les abriera la puerta; entraron a la casa y mataron uno por uno de sus habitantes, hasta un indio que traía un correo de la hacienda de Don Dongo y que acababa de llegar. Al entrar a su casa Don Joaquín fue asesinado a machetazos junto con su cochero y lacayo, que le acompañaban.

El robo ascendió a $22,000 pesos más las joyas que había en la casa. Los malhechores huyeron llevándose el carruaje de Don Joaquín.

El crimen fue resuelto en pocos días; los culpables fueron juzgados y sentenciados a la pena de muerte y mutilación de manos.

Don Joaquín Dongo era el albacea del Virrey Bucareli.

En el número 99 de la calle de donceles encontraremos la casa que albergó el Colegio de Cristo que se sostenía con los recursos que dejó Cristóbal Vargas. Este se encontraba enfrente del colegio de la enseñanza.

Por último encontramos en el domicilio de Donceles No. 80 en la equina con la primera de Santo Domingo, la casa donde nació el Beato Fray Bartolomé Gutiérrez quien fue quemado vivo en Nagasaki por evangelizar a los nativos de ese lugar.

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