El Popocatépetl y el Iztaccíhuatl se encuentran entre los
límites del estado de Puebla, el Estado de México y el estado de Morelos,
dentro del parque nacional Iztaccíhuatl y Popocatépetl, ambos son el segundo y tercer pico más
altos de México.
El Popocatépetl se
localiza en el municipio de Huejotzingo en el estado de Puebla, a sólo 55
kilómetros de la capital de país. Es una opción para pasear, disfrutar de la
naturaleza además de conocer los poblados cercanos donde se puede comer; como
son: Santiago Xalitzintla, San Pedro Nexapa y Amecameca, entre otros.
El Popocatépetl está separado del
Iztaccíhuatl por el Paso
de Cortés, que se encuentra en el municipio de Amecameca en el Estado de
México. En este lugar pasa la cuenca del río Balsas. El paso de Cortés adquirió su
nombre por el conquistador Hernán Cortés, quien cruzó por este lugar para llegar
al Valle de México en 1519, cuando iba a realizar la conquistar de Tenochtitlan,
la capital de los aztecas. Se dice que encontrándose en esta zona, Cortés envió
una expedición para subir a los volcanes, con la finalidad de obtener azufre para
la fabricación de pólvora para sus cañones y arcabuces.
La primera ascensión al
Popocatépetl fue en el año 1520 por Diego Ordás, bajo las órdenes de Cortés. Esta
marca de altitud establecida en 1520 se mantuvo por largo tiempo, hasta las
primeras conquistas de la cima del Himalaya.
El nombre de Popocatépetl en náhuatl quiere decir “Monte que humea” y el nombre de Iztaccíhuatl significa “Mujer blanca”.
La cima del
Popocatépetl solía estar cubierta por nieve perpetua, pero actualmente no
tienen nieve en la punta y presenta actividad volcánica con emisiones de humo,
fumarolas de vapor y emisiones ligeras de ceniza alrededor del volcán. Cuando
la actividad del volcán Popocatépetl aumenta también se implementan medidas de
seguridad, por lo que el acceso al lugar se restringe.
En los últimos años las
exhalaciones del volcán Popocatépetl, han provocado que no se pueda ascender al volcán. El centro de Tlamacas,
donde se podía acampar y desde ahí iniciar el ascenso al volcán, fue cerrado
por precaución.
Con actividad volcánica
normal (con el semáforo amarillo) se puede llegar al Paso de Cortés por la población
de Amecameca por un sinuoso camino pavimentado o desde Santiago Xalitzintla,
Puebla.
Para subir al volcán
Iztaccíhuatl se puede hacer desde el Paso de Cortés. Para entrar al parque
nacional sólo se paga una cuota de acceso y se sigue un camino de terracería
que lleva al paraje La Joya, desde este punto se puede continuar con el ascenso
hasta la cima del volcán. En el Paso existe un pequeño albergue con áreas para
acampar.
Los
volcanes son origen de una de las leyendas más conocidas en México, su origen
es desde tiempos precolombinos, cuando el pueblo Azteca gobernaba el Valle de
México y las regiones aledañas.
Cuenta la
leyenda que hace tiempo, cuando los aztecas dominaban el Valle de México, los
otros pueblos conquistados por los aztecas les rendían tributo, pese a su
descontento. Un día el rey del pueblo Tlaxcalteca, cansado de la opresión
decidió pelear por la libertad de su pueblo y empezó una larga guerra entre los
tlaxcaltecas y los aztecas.
El rey
tlaxcalteca tenía una hija, la princesa Iztaccíhuatl que estaba enamorado de un
joven capitán del ejército tlaxcalteca, llamado Popocatépetl. Ambos estaban
enamorados y decidieron casarse; se comprometieron antes de que iniciara la
guerra. Popocatépetl pidió al rey a la princesa como esposa, quien aceptó.
Popocatépetl
se preparó con hombres y armas, para ir a la guerra, mientras que la princesa
Iztaccíhuatl prometió esperar su regreso. El joven guerrero partió, pasaron
días y noches, la princesa seguía esperando su regreso; pero un día regreso un contrincante
de Popocatépetl, quien anuncio que había muerto en combate. Al enterarse la princesa
Iztaccíhuatl cayó enferma y murió de tristeza.
Al poco tiempo, Popocatépetl regresó victorioso junto con el ejército. Al
llegar preguntó por la princesa y le comunicaron que ella había muerto pensando
que él había fallecido en batalla.
Desconsolado, quiso quitarse la vida, sus hombre tuvieron que amarrarlo
para evitarlo. Cuando se calmó decidió llevar el cuerpo de la princesa a la
cima de una de las grandes montañas cubiertas de nieve. El rey dio su
aprobación y Popocatépetl la llevó hasta la cima de la montaña, donde la
depositó. Después subió al volcán que estaba a su lado y ahí se ofreció como
ofrenda a los Dioses. Al día siguiente, todo el pueblo descubrió con admiración
que la montaña donde se enterró el cuerpo de la princesa, había tomado la forma
de una mujer recostada y el volcán tomó la forma de un guerrero hincado ante la
mujer.
Los dioses
conmovidos por el gran amor de los jóvenes, transformaron los cuerpos de los
dos amantes en volcanes cubiertos de nieve.
En cuanto al
hombre que mintió y provocó la muerte de la princesa, murió cerca de su tierra y
los dioses lo castigaron convirtiéndolo en una montaña a la que llamaron
Citlaltepetl, la cual se encarga de vigilar a los dos enamorados, a los cuales
jamás podrá separar.
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